El cáncer de próstata es el cáncer más frecuente del tracto genitourinario masculino y representa en nuestro país la primera causa de cáncer y mortalidad por cáncer en el hombre (ver: “El cáncer de próstata en México”), convirtiéndolo en un problema de salud pública real en México. Es por esta crítica razón que su detección temprana es fundamental para mejorar las posibilidades de tratamiento y supervivencia. El diagnóstico del cáncer de próstata implica un proceso que combina una serie de procedimientos y pruebas médicas (exámenes físicos, estudios de laboratorio y de imagen avanzadas) que tienen por objetivo proporcionar al médico una visión integral que permita confirmar o no, la presencia de células cancerosas en la glándula prostática.
El cáncer de próstata aparece comúnmente a partir de los 50 años y su pico máximo es después de los 65 años, aunque en los últimos años se ha presentado con mayor frecuencia en hombres menores de 50 años.
Para poder detectar en forma oportuna y temprana el cáncer de próstata, siendo que en la gran mayoría de los casos la enfermedad es asintomática, es básico y fundamental que el hombre acuda a una revisión médica aún sin tener ninguna molestia urinaria. Se recomienda la revisión médica anual primordialmente a partir los 40 años si existen antecedentes familiares directos con cáncer de próstata (abuelo, padre, hermano). En caso de presentar algún síntoma urinario: ardor para orinar, presencia de sangre en la orina, disminución en el calibre y fuerza del chorro urinario, orinar más frecuente de lo habitual, presencia de sangre en el semen, u otros síntomas como pérdida de peso sin causa aparente o dolor en los huesos sin causa aparente, deberán acudir a revisión médica independientemente de la edad.
El hecho de que no existe un síntoma específico que nos haga pensar el que puede existir cáncer de próstata, nos obliga en forma inicial al uso de dos herramientas:
Con base en lo descrito, la combinación de estas dos herramientas nos ayuda a la posible identificación de casos de cáncer de próstata, sobre todo en etapas tempranas; sin embargo, es importante señalar que ni el antígeno prostático específico (APE) ni el tacto rectal (TR) por separado son 100% determinantes para la obtención de un diagnóstico, por lo que el médico tendrá que evaluar, en cada caso de manera individual, si requiere de estudios de mayor precisión para diagnosticar la presencia de cáncer de próstata como los son estudios de imagen avanzada como la resonancia magnética multiparamétrica que dan la pauta para valorar si se realiza una biopsia de próstata.
La decisión de realizar una biopsia de próstata debe ser informada y basada en una evaluación integral de los síntomas, los niveles de APE, los resultados de la exploración digital rectal y otros factores de riesgo individuales.
Cuando se tiene sospecha clínica de la presencia de un cáncer de próstata, es crucial e imperativa la realización de una biopsia de próstata, la cual consiste en obtener fragmentos de tejido de la próstata para su análisis al microscopio.
La biopsia de próstata es el estudio que permite al médico diagnosticar un cáncer de próstata.
Existen varios métodos para realizar una biopsia de próstata. A continuación, se describen estos métodos en detalle:
1. Biopsia Transrectal (TRUS)
Es el método más comúnmente utilizado. Se introduce una sonda de ultrasonido en el recto para guiar la inserción de una aguja de biopsia que toma muestras de diferentes partes de la próstata. El procedimiento se realiza bajo anestesia local e idealmente bajo sedación.
2. Biopsia Transperineal
La aguja de biopsia, que toma muestras de diferentes partes de la próstata, se inserta a través de la piel del perineo (el área entre el escroto y el ano) bajo guía de ultrasonido. Se administra anestesia local, para minimizar el dolor y la incomodidad, e idealmente bajo sedación.
3. Biopsia por Fusión
La biopsia de próstata por Fusión es una técnica avanzada utilizada para mejorar la precisión en la detección de cáncer de próstata. En la biopsia de próstata por Fusión la toma de muestras de tejido de la próstata se realiza de manera específica y focalizada en áreas sospechosas, en contraste con la toma de muestras aleatorias típica de las biopsias transrectal o transperineal y se basa en el uso de tecnologías de imagen, como la resonancia magnética (RM) y el ultrasonido para identificar y tomar muestras específicas de áreas sospechosas en la próstata.
Existe dos variaciones de este tipo de biopsia:
4. Biopsia por Saturación
La biopsia de próstata por saturación es un procedimiento en el que las agujas de biopsia se insertan a través del recto (biopsia transrectal) o a través de la piel entre el ano y el escroto (biopsia transperineal) y se toma un número mayor de muestras (saturación) de tejido de la próstata, generalmente más de 20 muestras en lugar de 10-12, para mejorar la detección del cáncer. Este enfoque se utiliza especialmente en casos en los que las biopsias estándar han sido negativas, pero aún existe una sospecha clínica significativa.
Como se señaló previamente la biopsia de próstata es una herramienta diagnóstica esencial que permite la detección temprana y el tratamiento adecuado del cáncer de próstata, mejorando así las opciones de tratamiento y el pronóstico a largo plazo.
La elección del método de biopsia de próstata depende de múltiples factores que deben ser cuidadosamente evaluados por el médico y discutidos con el paciente.
A continuación, se detallan las principales consideraciones para la elección del método de biopsia de próstata:
1. Estado Clínico del Paciente:
Síntomas y Signos: La presencia de síntomas urinarios, resultados anormales del examen rectal digital (TR) o elevación del APE influye en la decisión del método de biopsia.
Condiciones Médicas Subyacentes: Enfermedades como trastornos de la coagulación, infecciones urinarias recurrentes u otras comorbilidades pueden afectar la elección del método.
2. Historia Clínica y Resultados Previos:
Historial de Biopsias: Si el paciente ha tenido biopsias previas negativas pero con sospecha persistente de cáncer, se puede considerar una biopsia más avanzada como la dirigida por fusión.
Resultados de Pruebas de Imagen: Anomalías detectadas en imágenes de resonancia magnética pueden orientar hacia una biopsia dirigida por fusión.
3. Nivel de APE y Densidad de APE:
Elevación del APE: Niveles significativamente elevados de APE pueden justificar una biopsia para descartar cáncer.
Densidad de APE: La relación entre el nivel de APE y el volumen de la próstata puede ayudar a decidir la necesidad y el tipo de biopsia.
4. Factores de Riesgo:
Historial Familiar: Un historial familiar de cáncer de próstata puede influir en la decisión de realizar una biopsia más precisa.
Raza: Algunos grupos raciales, como los hombres afroamericanos, tienen un mayor riesgo de cáncer de próstata y pueden beneficiarse de métodos más avanzados de detección.
5. Disponibilidad de Tecnología y Experiencia del Médico:
Equipos Disponibles: La disponibilidad de tecnología avanzada como la resonancia magnética multiparamétrica y la capacidad de realizar biopsias por fusión puede variar.
Experiencia del Médico: La experiencia y habilidad del médico en realizar diferentes tipos de biopsias es crucial para el éxito del procedimiento y la precisión del diagnóstico.
6. Preferencias del Paciente:
Ansiedad y Comodidad: Las preocupaciones del paciente sobre la invasividad del procedimiento, el dolor y el tiempo de recuperación deben ser consideradas.
Costos y Cobertura del Seguro: Algunos métodos, especialmente los avanzados como la biopsia por fusión, pueden ser más costosos y no estar completamente cubiertos por el seguro.
7. Riesgos y Complicaciones Potenciales:
Infección: La biopsia transrectal tiene un mayor riesgo de infección en comparación con la transperineal.
Sangrado: El riesgo de sangrado debe ser evaluado, especialmente en pacientes que toman anticoagulantes.
Retención Urinaria: La posibilidad de retención urinaria después del procedimiento debe ser discutida.
8. Evaluación de Necesidad de Precisión:
Cáncer Sospechoso pero No Confirmado: En casos donde se sospecha fuertemente cáncer pero no se ha confirmado, una biopsia más precisa puede ser necesaria.
Monitorización de Cáncer Conocido: Para pacientes con cáncer de próstata previamente diagnosticado, el método de biopsia puede ser elegido para monitorear la progresión, en casos de vigilancia activa
La elección del método de biopsia de próstata es una decisión compleja que debe ser tomada considerando una variedad de factores clínicos, tecnológicos y personales. Es esencial que los pacientes y los médicos trabajen juntos para evaluar todas las opciones disponibles y seleccionar el método que ofrezca la mayor precisión diagnóstica con el menor riesgo y la mayor comodidad para el paciente. Una consulta detallada y personalizada con un urólogo, de preferencia con experiencia en manejo del cáncer (urólogo oncólogo), es crucial para tomar la decisión más adecuada.
Después realizada la biopsia de próstata, un patólogo examinará las muestras de tejido obtenido y emitirá un informe detallado que incluirá sus hallazgos, como la ausencia o presencia y grado de agresividad del cáncer (escala de Gleason).
El tener un diagnóstico confirmado de cáncer de próstata conociendo sus características celulares, es uno de los elementos principales para determinar el tratamiento a seguir y la biopsia prostática permite conocer dichas características, por lo que aun cuando es un procedimiento invasivo no exento de molestias y riesgos, es la única forma de conocer la presencia y la agresividad del cáncer de próstata.
Detectar el cáncer de próstata en sus etapas iniciales mejora significativamente las opciones de tratamiento y el pronóstico a largo plazo, pudiendo obtener una potencial curación, por lo que es muy importante que los hombres hablen con sus médicos sobre las pruebas de detección y los factores de riesgo específicos.
Dado que el cáncer de próstata en etapas tempranas generalmente no presenta síntomas, es muy importante que los hombres a partir de los 50 años o con factores de riesgo como antecedentes familiares de cáncer de próstata, se sometan a pruebas de detección regulares, como el examen de antígeno prostático específico (APE) y el examen digital rectal.
Detectar el cáncer de próstata en sus etapas iniciales puede marcar significativamente la diferencia en las opciones de tratamiento, el pronóstico a largo plazo incluida la potencial curación así como la calidad de vida de los pacientes con cáncer de próstata.
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